Latidos agónicos. La fuerza no es su fuerte. Pronto se desvanecerán y nadie se dará cuenta de ello puesto que la creación de nuevos latidos para otras vidas ya está en marcha. Latídos insípidos. Aquellos que resisten a cualquier cosa pero se consumen sin quererlo. Los ves vagabundos, con la típica bolsa casi vacía de palabras como de sentimientos agarrada a un palo largo. Latídos recubiertos de improperios. Estos abundan. Jamás se extinguiran. Y sin embargo son la escoria de los latidos a mi parecer. Destruyen a su alrededor, hacen demasiado ruido, molestan, huelen mal y parece que tengan boca. Los pisotearía si existieran físicamente. Los destruiría. Los lanzallamas siempre fueron muy utiles, o en su defecto cualquier francotirador no estaría mal. Tal vez un arco de flechas con espinas . O cualquier veneno instantaneo. ¿ Un caleidoscopio "Escupebalasdecolorines"? Cualquier arma capaz de destruirlos me bastaría. Están tan acostumbrados a poder andar por encima de los demás latidos, a moldearlos y a extinguirlos que se han apoderado de lo más bello que podía tener. Mi sonrisa ha perdido su brillo. Su magia. Su luz. Quieren apagarme. Y no, no quiero dejarles. Pero son jodidamente buenos y como sigan así acabaran ganandome.
Por los días que agotan.
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Bonus track: esta entrada me ha llamado la atención más de lo normal, asi que dejo constancia de ello.
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